La cúrcuma es una raíz y de ella se obtiene un polvo amarillo que es cómo normalmente la encontramos en el supermercado aunque últimamente se puede encontrar también entera. Se parece al jengibre. Se ha demostrado que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. El inconveniente es que la biodisponibilidad de la curcumina (uno de sus componentes) es muy baja, es decir no la podemos absorber. Esto tiene solución, no hay más que añadir un poco de pimienta negra y también ayuda diluirla en un medio graso, por ello la leche de coco es una buena opción. Otra posibilidad es añadir una cucharadita pequeña de aceite de coco a la bebida vegetal.